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Gremiales alertan sobre impacto económico por alza de aranceles al acero y aluminio en Estados Unidos
Aranceles de EE. UU. afectan las exportaciones, se pierde competitividad y pondrían en riesgo el empleo del sector metalúrgico en Guatemala. Gremiales piden acciones comerciales urgentes, y estos son los análisis desde el punto de vista de dos sectores, uno el industrial y el otro el importador y transformador.
Los aranceles de 50% a las importaciones de acero a Estados Unidos, entraron en vigencia el 4 de junio del 2025 por orden ejecutiva del presidente de ese país, Donald Trump. (Foto, Prensa Libre: Efe).
Los efectos en el sector del acero y del aluminio de Guatemala, por los nuevos aranceles del 50% a la importación impuestos por Estados Unidos, son variados y van desde la pérdida de competitividad e impacto en empleos, hasta hablar de medidas antidumping, por este último mencionado ya hay una denuncia ante el Mineco. A continuación, el análisis de dos organizaciones de ese sector en el país.
Los aranceles del 50% para el acero y el aluminio, impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entraron en vigencia el 4 de junio de 2025.
El 12 de marzo del mismo año, la tasa global para ambos materiales ya se había elevado al 25%. En el caso de Guatemala, el acero ya enfrentaba ese porcentaje desde 2018, por lo que no se vio afectado en ese momento. En cambio, el aluminio pasó del 10% al 25% en marzo, y ahora ambos materiales quedaron gravados con un 50%.
Según datos del Ministerio de Economía (Mineco), al cierre de 2024, Guatemala exportó hacia Estados Unidos productos de acero y aluminio por US$21.3 millones. De ese total, el rubro de desperdicios y desechos de aluminio, junto con sus manufacturas, alcanzó los US$9.9 millones; los productos planos de hierro y acero sin alear, US$8.5 millones. También se exportaron tubos y perfiles huecos soldados, de sección cuadrada, rectangular o circular, de hierro y acero, además de otras manufacturas de hierro.
Los efectos en las exportaciones, el empleo y el sector, según la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) —donde está adscrita la Gremial de Industrias de la Metalurgia (Gremetal)— y la Gremial de Importadores y Transformadores de Aceros de Guatemala (Gremat), afiliada a la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG), son diversos.
Posición de la Cámara de Industria y Gremetal
Raúl Bouscayrol, presidente de la CIG, expresó la “profunda preocupación” de la Cámara y de Gremetal por las repercusiones del incremento arancelario, que consideran afectará no solo el comercio internacional, sino en especial la estabilidad de la industria nacional del acero en Guatemala y Centroamérica.
Asegura que las exportaciones guatemaltecas de acero no representan una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos por su bajo volumen, y que ningún país miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha iniciado investigaciones contra Guatemala por salvaguardias en este sector.
Añadió que el impacto en el sector industrial del acero será inmediato y considerable, ya que la medida provocará un aumento de la disponibilidad global de acero, forzando a muchos países exportadores a redirigir sus excedentes hacia nuevos mercados, entre ellos Centroamérica y Guatemala, debido a la dificultad de ingresar al mercado estadounidense.
Una de las principales preocupaciones de la CIG es la falta de medidas de defensa comercial en Guatemala, lo que, según Bouscayrol, expone al país a una saturación del mercado local con productos importados, principalmente de China, cuyos fabricantes reciben subsidios estatales. Esto, advierte, afectaría gravemente la competitividad de la industria local.
El sector metalúrgico genera más de 45 mil empleos directos e indirectos en el país. Desde 2018, cuando se aplicó el arancel del 25%, se ha intentado diversificar mercados de destino, agrega la entidad.
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Sin embargo, con el nuevo arancel del 50%, Bouscayrol advierte sobre un aumento de costos, pérdida de competitividad y un eventual desplazamiento de la producción nacional, que podría llevar a cierres de plantas y pérdidas masivas de empleos formales.
La CIG exhorta a las autoridades a implementar medidas de defensa comercial urgentes, establecer normas técnicas obligatorias para garantizar la calidad y seguridad de los productos importados, reforzar la verificación de origen y el control aduanero para evitar triangulación y subvaluación de productos.
Según datos del Banco de Guatemala (Banguat), las exportaciones de hierro, acero, lámina, alambre y aluminio hacia Estados Unidos en 2024 representaron US$58.4 millones, con un volumen mensual estimado en 1,500 toneladas métricas.
Postura de Gremat
Por su parte, Erwin Sanabria Ríos, vicepresidente de Gremat, subraya que Guatemala no produce acero ni aluminio, sino que se especializa en transformar estos insumos importados en productos para construcción, manufactura y envases. Las exportaciones directas como materia prima son mínimas, y el país depende de la importación de insumos desde Corea del Sur, Turquía, China, México y Estados Unidos, entre otros.
Sanabria recordó que el arancel de 2018 redujo significativamente las exportaciones hacia Estados Unidos, y considera que el nuevo incremento representa un reto que exige mayor diversificación y adaptación del sector.
El futuro del sector, afirma, depende de dos factores clave: los aranceles internacionales, como los impuestos por EE. UU., que afectan la competitividad de productos transformados, y la actual investigación antidumping sobre el acero galvanizado proveniente de China.
Esta fue abierta por el Mineco en octubre de 2024 y podría durar de 12 a 18 meses, según informó el ministerio en esa oportunidad.
Si se concluye con sanciones, se limitaría el acceso a insumos competitivos, encareciendo los costos para la mayoría de transformadores, en beneficio de una sola empresa local, agrega Sanabria.
Aunque el impacto directo de los aranceles estadounidenses es limitado por la naturaleza importadora y transformadora del país, dicho directivo advierte sobre la incertidumbre global que podrían provocar estos cambios arancelarios, afectando precios y condiciones de mercado.
Consultado sobre las latas de aluminio fabricadas en Guatemala, indicó que el mayor efecto sería la pérdida de competitividad en EE. UU., aunque estas exportaciones no superan el 0.5% del total, según el Mineco.
Finalmente, apuntó que la industria metalúrgica genera unos 50 mil empleos directos e indirectos y aporta el 3.9% al producto interno bruto (PIB) nacional, por lo que cualquier cambio en el acceso a materias primas podría tener repercusiones relevantes.
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